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1 octubre 2018

Suba de desempleo vaticina fin de año con dificultades sociales

En medio de un descontento general, se conoció el nivel general de desempleo que trepó al 9,6% en el segundo trimestre del año (abril mayo junio – 2018) según informó el INDEC cuando todavía no se había dado la devaluación ni se habían experimentado los efectos en la inflación ni en los niveles de actividad.

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Lunes 01 de octubre de 2018
La estanflación, o sea recesión e inflación, inexorablemente genera pérdida y destrucción de puestos de trabajo. Si hubiere recuperación, el empleo se pierde para siempre porque en gran medida se suple con el apoyo de las nuevas tecnologías.

Se agregaron 250.000 nuevos desocupados. Destaquemos que aún no hemos computado el tercer trimestre que junto a lo que resta del año serán los tramos más dramáticos para los sectores más vulnerables y en rigor para todos los argentinos.

Dicho promedio implica que tenemos provincias como Mendoza que está en torno del 4% mientras que en el Conurbano bonaerense existen puntos con el 14%, 18% o más.

Si computamos a los desocupados junto a los subempleados no menos de 2.000.000 de personas buscan empleo y no lo obtienen, y casi 7.500.000 personas tienen problemas de subsistencia, frente a la precariedad o la insuficiencia de sus ingresos.

Otro dato interesante, que evidencia los estragos que produjo la devaluación sobre los sectores más vulnerables, también originado en el INDEC es que los ocupados demandantes pasaron del 14,7 al 16, que son aquellos que reciben un ingreso inferior a la canasta familiar básica, que oscila en los $ 21.000.

La búsqueda laboral en el año por el primer semestre unas 641.935 personas buscaron empleo, de los cuales lograron ingresar al mercado unos 398.384 que y a la vez, 250.000 son los nuevos desempleados.

Otro dato que reveló el informe del INDEC es que el desempleo sigue siendo más elevado entre las mujeres de de entre 14 y 29 años, las más jóvenes. En un año pasó de 19,8% a 21,5%. Sin embargo, la cifra también es más alta entre los varones jóvenes: subió de 15,4% a 17,3%. A su vez, el empleo informal llegó al 34,3%.

Las mayores tasas de desocupación se registraron en los 24 partidos del Gran Buenos Aires (12,4%) y en el aglomerado Rawson-Trelew (11,7%). En cambio, las tasas más bajas fueron las de La Rioja (2,3%) y Posadas (2,5%).

En otros términos, todo esto significa que la cantidad de trabajadores ocupados subió 2,2%, mientras que la cantidad de desocupados se disparó casi 14% interanual. Con la tasa de desempleo en el 9,6% se alcanzó el máximo nivel en doce años: para encontrar un dato mayor hay que remontarse al segundo trimestre de 2006, cuando se ubicaba en 10,3%.

No existen dudas de la presión e incidencia de los impuestos, sabiendo que todo lo que compramos tiene no menos del 50% con destino a un sinnúmero de tributos, aportes, contribuciones, de todo tipo y naturaleza. Con ello, el refugio de la mayoría de las actividades es volcarse al mercado negro, sea en forma directa o indirecta. El trabajo en negro crecerá en forma sistemática en proporción a que se mantenga la actual presión fiscal.

El Gobierno Nacional sigue batiendo todos los récords de gastos y lo hace gracias a los impuestos. Llama la atención el divorcio entre el discurso de que solo se puede gastar lo que se tiene, y la carencia de medidas eficientes para reducir el gasto público. El relato demuestra la existencia de inteligencia mágica que inserta fantasías donde se carece de contenido real.

El Estado va a tener que enfrentar inexorablemente la reducción del nivel de actividad que a su vez va a reducir inexorablemente la recaudación. Reestructuración, austeridad, serán imperativos obligatorios, nada convenientes a la hora de pensar en las próximas elecciones.

El nivel de empleo requiere inversiones, oportunidades, desafíos que se pueden acoplar a medidas que incentivan las actividades que necesitan de mano de obra intensiva. El turismo y sus servicios complementarios, las cadenas de tiendas y los tours de compras en las provincias limítrofes, el miniturismo para los países de la región, la devolución de impuestos a las compras de los turistas, son acciones que deberían ser contempladas hoy como un medio eficaz para mejorar el plano social, que por causas desconocidas, no ha sido relevado por el Poder Ejecutivo como una cuestión de estado.

Por Julián A. de Diego.
Director del Posgrado en RR. HH. Escuela de Negocios de la U.C.A.

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