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21 noviembre 2018

El bono de fin de año sera cobrado por una minoria

La asignación no remunerativa del DNU 1043/2018 o bono de fin de año será cobrado por menos del 30% de la población laboral privada de la Argentina.

Publicado en El Cronista, miércoles 21  de noviembre de 2018
Una vez más existe una importante contraste entre la solución propuesta y enunciada por la comunicación oficial, y la contradicción con los hechos concretos que se dan en la realidad. La medida del éxito está ligado a la inflación y de hecho, este es otra demostración de la ineficacia que han rodeado a las medidas oficiales para vencerla.

La inflación es efectivamente un problema que marca el fracaso, a través  de un proceso incontrastable que precariza el trabajo, castiga y destruye empleos, y convierte al salario en una clave del ajuste y en una de las evidencias de la mayor arbitrariedad social.

Por lo pronto no lo cobran quienes trabajan “en negro” o fuera de las registraciones, que no tienen reglas, y que están librados al azar. Ellos representan más del 35% de la población laboral activa y a pesar de que las mediciones no lo revelan en forma plena, es un ámbito que crece en las épocas de crisis, de alta inflación y de retracción económica.

El DNU 1043 admite la absorción, compensación o incorporación del bono dentro del marco convencional.  Al respecto tenemos los convenios que contienen en forma integral la totalidad de la inflación o que la pueden superar conforme la aplicación de las cláusulas de revisión, que reemplazaron a las cláusulas gatillo del 2017.

A su vez el DNU 1043 establece la compensación absorción o incorporación del bono a los ajustes realizados por las empresas en forma unilateral o sea por decisión exclusiva del empleador, para quienes resulten excluidos o fuera de convenio, y en general para el personal jerárquico. Al respecto existe un abanico de soluciones.

Las mas relevantes son las que permiten absorber todo o la mayor parte de la asignación no remunerativa, lo que de inmediato crea la dificultad de compensar dos prestaciones de naturaleza diversa.

El DNU 1043 establece que en estos casos la asignación no remunerativa habrá que transformarla en remunerativa a fin de posibilitar su compensación en términos racionales y congruentes.

De inmediato se plantea si la suma es absoluta y no ofrece variantes, o si hay que compensar las retenciones que impiden a una prestación remunerativa considerar equivalentes la suma bruta (sin descuentos o retenciones) de la suma neta (la que se obtiene después de practicar las deducciones). El proceso de “grossing up” es muy costoso para las empresas, ya que el mismo consiste en elevar la suma de $5000 a un monto tal, que practicadas las retenciones permita al trabajador cobrar esa suma como monto neto o de bolsillo. Este procedimiento eleva los $5000 a no menos de $6200.

La compensación, absorción o incorporación puede plantear la virtual desaparición de la asignación, si es que su monto se lo considera incluido en lo ya recibido o en lo que está pendiente de percepción dentro del plan del año 2018, incluida la cláusula de revisión. Se calcula que más del 50% de las negociaciones compensarán en todo o en parte la asignación no remunerativa, o la considerarán incluida en el acuerdo de partes que tiene la aspiración de cubrir la inflación del IPC del INDEC de 2018, cambio que se podrá operar después de conocer el índice en la segunda quincena de enero de 2019.

Un capítulo aparte merecen las empresas de menos de 80 trabajadores, que representan el 85% del empleo en nuestro país, y que están en la mayor indefensión en este momento. La caída de la demanda, la inflación y el crédito al 80% de interés, han generado cierres generalizados, y ajustes de los que sobreviven con suspensiones parciales o totales, ya no pueden pagar los salarios en término, y en muchos casos no tienen resto para pagar las cargas sociales el IVA, ingresos brutos y el impuesto a las ganancias.

Este grupo no podrá pagar en su gran mayoría la asignación no remunerativa, y por ende, en este ámbito es muy difícil establecer porcentajes.

Si contemplamos a las empresas líderes, y a aquellas que se encuentran en condiciones de afrontar el bono, menos de un tercio de los trabajadores de la actividad privada recibirán el pago total o parcial del beneficio, que lejos de generar una solución, vuelven a crear un pago contingente, ineficiente para atender los objetivos propuestos, y ahora parte de una nueva frustración.

Por Julián A. de Diego.
Director del Posgrado en RR. HH. Escuela de Negocios de la U.C.A.

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