

LaborNet Nro 1446 “Los proyectos de ley de reducción de jornada laboral. Países de todo el mundo han realizado varios proyectos piloto para reducir la jornada laboral.-”

Estimadas/os
Los empresarios piden a los dirigentes oficialistas que no se apresuren con el proyecto de ley que establece la reducción de la jornada laboral de las 48 horas semanales actuales hasta un máximo de 36 horas. En el Congreso hay en estos momentos siete propuestas presentadas (del oficialismo, gremios/sindicatos, el socialismo y la izquierda) que promueven esa idea. Si bien las propuestas serían de aplicación gradual, los cambios serían sustantivos.
En su mayoría apuntan a reducir la jornada laboral de 48 horas semanales a entre 30 y 40 horas, pero difieren en la forma de hacerlo (algunas limitan la duración de la jornada diaria normal a 6 horas, otras establecen 4 días “hábiles” por semana). La disminución de la jornada laboral impactará de forma negativa en la productividad por puesto de trabajo ya que se trabajarían menos horas, se respalda en la teoría de la ganancias de productividad por hora. La caída esperada en la productividad por puesto de trabajo dada la reducción de la jornada laboral implicaría una reducción en el salario de los trabajadores. Este tipo de regulaciones e intervenciones del gobierno no crean empleo, ni aumentan productividad, ni incrementan los salarios de forma genuina.
En españa, encontraron otra dificultad, la Inspección de Trabajo se ve incapaz de controlar la reducción de jornada laboral a 37,5 horas sin refuerzos de plantilla, los funcionarios advierten de que será imposible afrontar el nuevo arreón regulatorio con sólo 888 efectivos para todo el territorio. En España las empresas que reconocen jornadas inferiores a las 40 horas que establece el Estatuto de los Trabajadores y son precisamente las que mejor retribuyen a sus empleados. El PSOE y Sumar han pactado reducir la jornada ordinaria de trabajo de las 40 horas semanales actuales a 37,5. Según las estimaciones del Ministerio de Trabajo de España, si el Gobierno consigue el apoyo de la mayoría del Congreso y la medida sale adelante, esta beneficiará a 12 millones de personas asalariadas del sector privado. Es decir, al 83,3% del total (el resto, un 16,7%, ya tienen jornadas de 37,5 horas semanales o menos).
Otro punto de análisis, es la “Jornada laboral de 4 días” es la experiencia de otros países.
Al recorte horarios se suman las nuevas subidas del salario mínimo, los permisos de trabajo retribuidos y la ley de usos del tiempo, que requerirán de vigilancia.
La loable intención del Gobierno de mejorar las condiciones de los trabajadores españoles a través de medidas enfocadas a facilitar la conciliación familiar, aumentar los salarios más bajos y recortar el tiempo de estancia en la empresa olvida un aspecto fundamental, a los actores a quienes se arroga la labor de controlar y hacer cumplir las nuevas condiciones introducidas por los cambios normativos que están por venir si se sustancia la investidura del candidato a la presidencia Pedro Sánchez, y echa a andar una nueva legislatura de la coalición PSOE-Sumar, pero también de la cascada de medidas laborales introducidas en los últimos cuatro años, con el culmen de la reforma laboral.
Por ello, la Inspección de Trabajo, tensionada por una carga creciente de trabajo que recae sobre 888 efectivos para la totalidad del territorio advierte al Ejecutivo de que será imposible abordar y controlar los cambios regulatorios pretendidos por la vicepresidenta en funciones y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de cara a los próximos cuatro años.
El PSOE y Sumar han pactado reducir la jornada ordinaria de trabajo de las 40 horas semanales actuales a 37,5. Según las estimaciones del Ministerio de Trabajo de España, si el Gobierno consigue el apoyo de la mayoría del Congreso y la medida sale adelante, esta beneficiará a 12 millones de personas asalariadas del sector privado. Es decir, al 83,3% del total (el resto, un 16,7%, ya tienen jornadas de 37,5 horas semanales o menos).
- La jornada laboral de cuatro días en Reino Unido. Reino Unido es uno de los países más avanzados en este sentido. Fue en febrero de 2023 cuando se conocieron los resultados de una de las investigaciones más grandes del mundo. La prueba se llevó´a cabo en verano de 2022 y participaron 70 empresas y cerca de 3.000 empleados. Entre las observaciones realizadas, destacan que el 40% de los trabajadores decían tener menos problemas para dormir con este modelo y que el 46% manifestó tener menos fatiga que habitualmente. Además, más del 90% de los participantes afirmaron que continuarían con ese modelo. Además, la productividad también aumentó.
- La reducción de la jornada laboral en Islandia: todo un éxito. Los experimentos con la jornada laboral en Islandia fueron todo un éxito. Entre 2015 y 2019 la jornada se redujo de las 40 horas semanales a las 35 o las 36, dependiendo del contrato. Los salarios se mantuvieron y los resultados obtenidos fueron todo un éxito. Las compañías islandesas constataron una mejora en la productividad de sus empleados. Del mismo modo, estos últimos afirmaron que sus niveles de agotamiento también se habían reducido.
- Nueva Zelanda: un ejemplo pionero a nivel mundial. Nueva Zelanda fue uno delos países pioneros en probar la jornada laboral de cuatro días. El primer intentó lo llevó a cabo en 2018 en una empresa de 240 empleados. Estos últimos trabajaron 32 horas en lugar de 40 durante 2 meses. Los resultados fueron muy positivos, El estado anímico de la plantilla mejoró exponencialmente.
- El caso de Bélgica: una condensación de la jornada laboral. Desde febrero de 2023, los empleados Belgas pueden decidir si condensar la jornada de trabajo en cuatro días, en vez de en los cinco habituales. En su caso no hay reducción de la jornada, sino una condensación de la misma.
- Portugal también prueba la jornada laboral de cuatro días. Son muchos los países que están realizando estudios y experimentos sobre este nuevo modelo. Uno de ellos es Portugal. En su caso, el proyecto piloto comenzó en el mes de junio y tiene prevista una extensión de seis meses. La participación de las empresas es voluntaria y ellas han decidido la duración de las jornadas, que se mueven en un radio de entre 32 y 36 horas. El objetivo de reducir la jornada laboral es aminorar los niveles de estrés y ansiedad de la población general, así como favorecer el bienestar de esta última. La meta es ambiciosa, pero deseada por muchos. Sin embargo, estas políticas también han recibido duras críticas por parte de algunos sectores. El motivo principal es que muchos no la consideraban viable a nivel económico.
- España no sería el primer país en tratar de aplicar la jornada laboral de cuatro días. De hecho, ya hay algunos ejemplos. A continuación se explicará la experiencia de cada país. La jornada laboral media en España se sitúa en 37,8 horas semanales, el equivalente a 7 horas y 34 minutos diarios de trabajo, según los últimos datos de Eurostat actualizados a cierre de 2022. Esto supone que en la práctica los españoles trabajan en promedio 18 minutos más a la semana que la media de la UE, que se sitúa en 37,5 horas, justo el nivel en el que quieren toparla por ley los partidos que integran el Gobierno en funciones. Hay que tener en cuenta que aunque de media los españoles trabajan 37,8 horas a la semana se trata de un promedio de todas las jornadas laborales, con lo que habrá algunos que dediquen mucho menos tiempo a su empleo y otros que tengan jornadas más largas. De hecho, según la última EPA, 8,8 millones de trabajadores en España trabajaron en el tercer trimestre de este año de 40 a 49 horas semanales y 1,33 millones trabajaron más de 50 horas a la semana -la mayoría de ellos empleados de la industria manufacturera y el comercio-, superando en ambos casos el límite legal.
Según los datos de Eurostat, las jornadas laborales en la Unión Europea son muy heterogéneas. En los extremos se sitúan los Países Bajos, con una jornada de tan sólo 33,2 horas por semana (6 horas y 38 minutos) y Grecia, con 41 horas (8 horas y 12 minutos al día). Entre los trabajadores con jornadas más cortas que los españoles se sitúan los alemanes (35,3 horas), italianos (37,4) y franceses (37,4).
La tendencia en los últimos quince años ha sido de reducción de la jornada laboral en el continente, ya que ha pasado de 38,3 horas semanales en el año 2008 a 37,5 horas a cierre de 2022 (48 minutos menos); una reducción que también se ha producido en España, donde la jornada ha pasado de 39,3 horas en 2008 a 37,8 horas hoy (una hora y media menos de trabajo semanal).
Este descenso responde a factores de distinto tipo. Por un lado, en aquellos países en los que se ha producido una ganancia de la productividad -es decir, donde los trabajadores son capaces de producir lo mismo o más en menos tiempo- tiene lógica que las jornadas laborales se hayan acortado. Sin embargo, España no destaca por haber registrado un incremento de productividad en ese periodo, con lo que reducir el tiempo de trabajo puede traducirse en un freno para el crecimiento económico.
Influye también el auge del empleo a tiempo parcial, que ha reducido la jornada media de trabajo de los ciudadanos, algo que ha sucedido especialmente en algunos países como España, donde esta solución se utilizó para recuperar el mercado laboral tras la crisis de 2008 y aún permanece muy instaurada en los esquemas de las empresas.
Además, la recomposición sectorial de la economía también ha reducido las horas de empleo, ya que sectores como la construcción, que son muy intensivos en horas, ya no tienen un peso tan elevado sobre el PIB como lo tenían en 2008.
LA PATRONAL SE OPONE. CEOE, Cepyme y ATA, los representantes mayoritarios de las empresas, pymes y autónomos, han mostrado su rechazo a esta reducción de la jornada por ley ya que consideran que va a tener “un impacto negativo para la actividad de las empresas, especialmente pymes y autónomos, y por tanto para el crecimiento de la economía y la creación de empleo en España. Resulta sorprendente que el acuerdo se adentre en cuestiones propias del Diálogo Social, acordando aspectos muy relevantes, como el relativo a la jornada laboral, a espaldas de los interlocutores sociales y con un afán intervencionista evidente y que es un atropello al papel constitucional de los agentes sociales. Existe la posibilidad de explorar nuevas fórmulas de reparto entre tiempo de trabajo y tiempo de descanso u ocio, pero no como consecuencia de una imposición legal sino mediante la negociación colectiva. La regulación de la jornada debe tratarse sector por sector y empresa a empresa, analizando en cada caso si hay margen de productividad suficiente y las necesidades organizativas del empleador, han reivindicado en un comunicado conjunto.
Las críticas por el preacuerdo también han llegado desde la Inspección de Trabajo, que ha denunciado que no podrá hacer frente a la vigilancia de que se cumple la subida del Salario Mínimo y la reducción de la jornada de trabajo en las empresas si no se refuerza su plantilla.
De acuerdo con la nota de prensa que han remitido por el acuerdo de Gobierno alcanzado por el PSOE y Sumar, desde la Inspección de Trabajo y Seguridad Social esperamos que expliquen cómo se va garantizar el cumplimiento de la reducción de la jornada, el incremento del SMI, los nuevos permisos retribuidos… sin el refuerzo de la Inspección. Si se olvidan de la Inspección de trabajo, el acuerdo se quedará en un dibujo que no se podrá cumplir”, han advertido fuentes del organismo.
Saludos cordiales,
Estudio Líder de Diego & Asociados – Law Firm [Estos trabajos son confeccionados por el Equipo de Alta Consultoría Laboral, un equipo sofisticado de abogados especializados de más de 40 años de sólida experiencia al servicio de los clientes con las últimas tendencias, seleccionando los temas cuidadosamente pensados para los ejecutivos de Recursos Humanos.]
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