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29 noviembre 2016

Choferes de Uber son empleados en relación de dependencia, según tribunales londinenses

Choferes de Uber son empleados en relación de dependencia, según tribunales londinenses

Choferes de Uber son empleados en relación de dependencia, según tribunales londinenses

El 28 de octubre de 2016 el Tribunal Central de Empleos de Londres determinó que los choferes de Uber son empleados, y por ende, deben recibir los beneficios y las prestaciones como tales. En un caso, con el apoyo del GMB, una de las centrales sindicales más importante de Gran Bretaña, 18 choferes ligados al sistema fueron declarados empleados de la empresa que administra el sistema (‘Y Aslam and J Farrar and others vs UBER B.V.–UBER London Ltd -UBER Britannia Ltd.‘, Central Employment Tribunal 28-10.2016, Registro Oficial del CTEL, London UK).

Uber desarrolló una importante defensa de la independencia de la empresa titular del software que permite organizar el sistema, destacando la independencia de los usuarios y de los prestadores para aceptar la asignación o rechazarla, y de los usuarios para elegir libremente el prestador.

Sin embargo, se demostró que los titulares de los rodados desarrollaban su actividad en forma intensiva, sin descansos ni jornada limitada, y bajo condiciones de trabajo sumamente precarias. También se llegó a la conclusión de que se ejercía de un modo u otro el principio de autoridad a través de las reglas impuestas por el sistema informático, que fijaba las condiciones dentro de las cuales se desarrollaba la prestación.

Si bien se destacó que su carácter de empleados revisten características especiales, este ‘leading case‘ será recordado como histórico, en un ámbito tan controversial como el que plantean hoy apps como Uber y las nuevas tecnologías. Es, por decirlo de un modo general, el triunfo del derecho del trabajo sobre la condición autónomos pregonado por la compañía a nivel global. Uber Technologies Inc. es una empresa internacional que proporciona a sus clientes una red de transporte privado, a través de su software de aplicación móvil (‘app‘), que conecta los pasajeros con los conductores de vehículos registrados en su sistema, los cuales ofrecen un servicio de transporte a particulares. La empresa organiza recogidas en decenas de ciudades de todo el mundo y tiene su sede en San Francisco, California. Inicialmente, los conductores tenían autos Uber que aprobaba la empresa. Después de 2012, Uber añade una selección más amplia de coches en el mercado, los llamados UberX. Los coches se reservan mediante el uso de la aplicación móvil. Usando la aplicación, los clientes pueden rastrear la ubicación de su coche reservado.

No obstante, esta iniciativa de Silicon Valley ha sumado problemas en algunas partes del mundo. Desde su nacimiento, Uber recibió la declaración de guerra de agrupaciones de taxistas en algunas ciudades y reguladores han intentado normar y regular sus operaciones.

En abril de 2016, Uber desembarcó en Buenos Aires. El 15 de abril, los taxistas realizaron distintas manifestaciones de protesta, pidiendo exclusión de la plataforma. Cuestionan el lanzamiento del sistema por la amenaza que significa para sus puestos de trabajo, y la falta de control sobre el cumplimiento de recaudos de seguridad del rodado, y la vigencia de seguros de responsabilidad civil y pago de impuestos, tasas y contribuciones en forma igualitaria.

El 13 de abril de 2016, la Justicia ordenó al gobierno de la ciudad de Buenos Aires que “de modo inmediato”, arbitre las medidas necesarias para suspender cualquier actividad que desarrolle la empresa Uber o cualquier sociedad bajo ese nombre y tipo de actividad. La empresa no suspendió sus operaciones, y sigue estable con varios miles de conductores.

Asimismo Uber opera en el Gran Buenos Aires, parte de la provincia de Buenos Aires, y en jurisdicciones donde la Ciudad Autónoma no tiene ninguna injerencia.

Hasta hoy nadie ha cuestionado el vínculo que existe entre los choferes como personas físicas y Uber, y si existe o no relación de trabajo dependiente. En cualquier caso, el momento inexorablemente llegará.

Seguramente, el fallo del Tribunal de Londres será un antecedente propiciatorio.

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