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En IDEA la demanda empresaria es por una reforma laboral profunda
Unánime es la opinión en privado de todos los presidentes y CEOs de las empresas que se integran en el Coloquio LIII de IDEA en Mar del Plata, sobre la necesidad imperiosa y esencial de lograr una reforma laboral integral.
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Viernes 13 de octubre de 2017
Es una conditio sine qua non para atraer las inversiones.
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, comprometió hasta el hartazgo que la reforma sería en los convenios por actividad al estilo Vaca Muerta, a través de un minimun labor consensus y que no habrá intervención del Congreso Nacional al estilo de la reforma de Brasil. La CGT desconfía, y lo primero que hizo fue abroquelarse con el bloque justicialista del Parlamento, para evitar riesgos ulteriores. Facundo Moyano en nombre de la familia, rechaza cualquier forma de reforma.
Sorprendió el nivel de detalle de los reclamos empresarios que abarcan reformas legislativas, convencionales, contractuales y en especial, la modernización de la legislación, y la compleja problemática de la judicialización de los conflictos individuales y colectivos, incluyendo la denuncia del Presidente Mauricio Macri de la existencia de mafias que promueven la salida contenciosa de cualquier reclamo, y que crean nuevos negocios mafiosos, por ejemplo en torno de la Ley de Riesgos del Trabajo.
En el presupuesto salarial del año 2018 ya quedó atrás la propuesta del Ministerio de Trabajo que se estimó entre el 7% y el 9% y el 15% del Presupuesto Nacional. Cavallo, Melconian, Broda, están preocupados por el curso de la inflación, que ninguno estima en menos del 20% para el año calendario 2018, con el déficit fiscal, el cambio retrasado del dólar, y una espectacular presión fiscal.
Los ejecutivos de las empresas multinacionales presupuestan un mínimo promedio del 21% y un máximo promedio del 25%, divididos en un ajuste al final del primer cuatrimestre en torno del 12 al 16% y un ajuste complementario al comienzo del segundo semestre para completar el ajuste anual. Las empresas medianas y chicas se guiarán por la puja de las negociaciones salariales de los convenios colectivos, con distintos niveles, en general relacionados con la situación de cada sector.
Sistematizando los reclamos, es un silencio a voces (J.L.Borges, La Trama), que las reformas deben abarcar:
1. Cambios en la legislación de fondo que compete a cargo del Congreso Nacional (art. 75 inciso 12 de la Constitución Nacional), tanto en la actividad privada como en el Estado, y comprende los pilares del sistema a saber: la Ley de Contrato de Trabajo, la Ley de Empleo, la Ley de Asociaciones Gremiales, la de Convenios Colectivos y la Ley de Riesgos del Trabajo; y muchos hablan de normas faltantes: una ley del trabajador autónomo, una ley de asociaciones de empleadores, y en especial, una ley general que tenga un corte transversal sobre el trabajo en el marco de las nuevas tecnologías.
2. La modernización de los convenios colectivos es responsabilidad de los sindicatos y de las entidades empresarias, pero requieren del impulso del Estatal, y sobre todo, del reemplazo de normas anacrónicas por las que apunten a la productividad. Deberían habilitarse nuevos niveles de negociación y sobre todo, ámbitos de disponibilidad colectiva que permitan modificar la ley en ciertos institutos. En la Argentina, los salarios se miden por hora, por día y por mes, en el mundo se miden por los resultados en todos los planos de la productividad.
3. Los contratos individuales se están modificando dentro de cada empresa, conforme se van incorporando las nuevas tecnologías, por reglas que son inexorables. Sería conveniente contar con normas de trabajo a distancia, teletrabajo y home office por ejemplo.
4. El trabajo no registrado requiere de una campaña integrada de blanqueo, controles eficientes y un sistema de sanciones severo y a la vez sumarísimo, con premios y castigos tangibles y ejemplificadores, pero todos alertan de que no es posible un blanqueo integral si no está incluido el Estado nacional, provincial y municipal, y si la economía no está en franco crecimiento para permitir la traslación de la economía clandestina a otra. Es más, debería reformularse el marco fiscal y previsional para posibilitar dicha transición.
5. La legislación, los procedimientos, y la jurisprudencia deben cambiar sustantivamente su orientación, con el fin de neutralizar la litigiosidad descontrolada que experimentamos hoy, brindando la seguridad jurídica que requieren las circunstancias.
6. La creación de puentes para vincular a los grupos más vulnerables al mercado del trabajo, en la educación regular, en medios de integración, y en incentivos para la facilitación y entrenamiento de los excluidos. Hay que reforzar el plan empalme que está bien pensado pero tuvo pocos adeptos.
7. La autoridad de aplicación deberá promover el análisis de las reformas, fomentará a través de una convocatoria general la reformulación de los convenios colectivos, deberá liderar el blanqueo y el sistema de control federal del trabajo no registrado, y deberá profundizar los mecanismos de conciliación, mediación y arbitraje de conflictos individuales y colectivos.
8. La llamada industria del juicio hoy destruye pequeñas y medianas empresas, con la justicia laboral al borde del colapso, está contaminada por las que llamó el Presidente Macri las mafias del juicio laboral, la jurisprudencia sobre el trabajo no registrado que potencia irónicamente con multas los juicios de los trabajadores bien registrados, el desmanejo y la falta de adhesión de las provincias de los reclamos judiciales de la Ley de Riesgos del Trabajo, la falta de designación de más de 40 jueces con lugares vacantes o cubiertos por jueces retirados y reinstalados, que también condenan en forma escandalosa por solidaridad a las empresas por las deudas de las ART que están en difícil situación económicafinanciera.
El mundo empresario tiene bien claro lo que se necesita para pasar claramente a la nueva etapa que propone el Presidente Mauricio Macri, y que trasciende un mero acuerdo de paz con la CGT, y se centra en un proceso de transformación integral que no llegará si no afrontamos con decisión y valentía la reforma laboral, la fiscal, y la reforma integral del Estado.
Por Julián A. de Diego.
Director del Posgrado en RR. HH. Escuela de Negocios de la U.C.A.