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13 diciembre 2017

La robotización ya llegó, pero la educación aún no genera profesionales

Ya existe una computadora que podrá reemplazar asesores económicos, médicos y abogados, con un nivel de respuesta del 90% de los requerimientos de los clientes comunes.

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Miercoles 13 de diciembre de 2017
En efecto, Watson es un sistema informático que tiende al generar inteligencia artificial y que es capaz de responder a preguntas formuladas en lenguaje natural. Fue desarrollado por la corporación estadounidense IBM.

Forma parte del proyecto del equipo de investigación DeepQA, liderado por el investigador principal David Ferrucci. Lleva su nombre en honor del fundador y primer presidente de IBM, Thomas J. Watson.

La SuperComputer Watson responde a las preguntas gracias a una base de datos almacenada localmente.

La información contenida en ese base de datos proviene de multitud de fuentes, incluyendo enciclopedias, diccionarios, tesauros, artículos de noticias, y obras literarias, al igual que bases de datos externos, taxonomías, y ontologías (específicamente DBpedia, WordNet).

La inteligencia artificial (IA), también llamada inteligencia computacional, es la inteligencia exhibida por máquinas que genera una respuesta de mayor nivel que el algoritmo para el que fue programado creando nuevos pensamientos, nuevas ideas, en otras palabras, crea en lugar de repetir.

En ciencias de la computación, una máquina inteligente ideal es un agente racional flexible que percibe su entorno y lleva a cabo acciones que maximicen sus posibilidades de éxito en algún objetivo o tarea.

Coloquialmente, el término inteligencia artificial se aplica cuando una máquina imita las funciones cognitivas que los humanos asocian con otras mentes humanas, como por ejemplo: aprender y resolver problemas.

A medida que las máquinas se vuelven cada vez más capaces, tecnología que alguna vez se pensó que requería de inteligencia se elimina de la definición. Por ejemplo, el reconocimiento óptico de caracteres ya no se percibe como un ejemplo de la inteligencia artificial habiéndose convertido en una tecnología común. Avances tecnológicos todavía clasificados como inteligencia artificial son los sistemas capaces de jugar ajedrez, GO y manejar por si mismos seleccionando alternativos y buscando caminos viables.

El impacto de la computadora inteligente es crucial en el trabajo. Desde la pieza más rudimentaria, como lo es un cajero automático de las entidades bancarias, siguiendo por la etapa a través de las aplicaciones del home banking, siguiendo con el proceso de las operaciones bancarias en el celular multifunción, concluyendo con la llamada sucursal virtual, que solo cuenta con sistemas y aplicaciones que dan respuesta al 97% de las consultas u operaciones.

En rigor, deberíamos hacer un alerta de las artes, oficios y profesiones del futuro, ya que algunas de las más difundidas desaparecerán, otras sufrirán transformaciones, y habrá una serie nueva de especialidades, generadas por las nuevas tecnologías, y por las tecnologías creadas por las nuevas tecnologías.

Ya sabemos obviedades, por ejemplo, que existen 40 facultades de derecho en nuestro país, y el 70% de los abogados no trabajan en la profesión.

A la vez, nos faltan ingenieros, técnicos en computación, especialistas en ciencias aplicadas, investigadores, y nuevas especialidades como desarrolladores de software, técnicos de hardware, diseñadores, y otros.

Si queremos prepararnos para el futuro, deberíamos concentrarnos en las nuevas artes, oficios y profesiones, para que los jóvenes estudiantes de la escuela primaria y en la secundaria, comiencen a orientarse en el marco de los nuevos paradigmas de la tecnología, la robótica, las comunicaciones y la informática.

Países como Finlandia, Noruega, Suecia, Holanda, Dinamarca y Alemania diseñaron las nuevas matrices de la educación técnica con salida laboral, y a pesar de haberse adelantado a los acontecimientos, hoy las nuevas tecnologías no crean suficientes puestos de trabajo para absorber el crecimiento del empleo vegetativo.

Es más, se apela al diseño de artes y oficios que sean complementarios de las alternativas profesionales, para crear posiciones reales en toda la estructura, incluyendo aquellos que resulten suplementarios.

Si no se adoptan medidas en el sentido expuesto estamos educando técnicos, maestros, profesionales que nunca podrán encontrar un empleo conveniente acorde con sus conocimientos. En rigor, en lugar de orientar una salida laboral los estamos condenando al fracaso.

Los estudiantes iniciales de hoy deberían egresar con los nuevos desafíos laborales que ofrecen las nuevas tecnologías, y por ende, ya deberían ser incorporadas a los planes de estudio y a la innovación en materia de carreras.

Por Julián A. de Diego.
Director del Posgrado en RR. HH. Escuela de Negocios de la U.C.A.

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