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28 agosto 2018

Las tecnologías exponenciales. un arma contra el desempleo

Por año se generan 1.200.000 emprendimientos y desaparecen 1.000.000, y se crean sistemáticamente todos los puestos de trabajo requeridos por el crecimiento vegetativo superior a los dos millones de puestos de trabajo nuevos por año, en un marco de diversidad, con dificultades en lo relativo a inclusión y a tratamiento igualitario.

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Martes 28 de agosto de 2018
El nivel de desempleo está en el 3.3% y puede bajar al 2,9% en la próxima medición, y todo aquel que se queda sin empleo está amparado por el seguro, que a su vez le ofrece un trabajo conveniente.

A la vez, cincuenta y seis millones de personas están amparadas por planes estatales y sociales, de grupos tales como ex combatientes, grupos de excluidos, personas bajo la influencia de adicciones, y en general excluidos del mercado económico y laboral.

En un promedio de tres semanas, toda persona que pierde su empleo puede contratar nuevo contrato de trabajo, y no existe ninguna protección frente al despido, y prácticamente la actividad sindical es imperceptible, salvo excepciones.

La oferta de cursos rápidos y especializaciones de corto plazo son más de 10.000, la de idiomas más de 12.000, y las universidades son todas rentadas, incluyendo las que se llaman universidades estatales.

Éste es el escenario de los Estados Unidos donde en la política se viven experiencias absurdas, denuncias de coimas, conspiraciones y espionaje, juicios memorables con arrepentidos a ex colaboradores directos del actual Presidente Donald Trump, en una economía que crece, que se sigue desarrollando, y aún con crisis esporádicas, se mantiene firme y en general, confiable.

Al mismo tiempo la tecnología crece a nivel exponencial y el trabajo humano se transforma y adapta rápidamente, creándose en forma simultánea no solo nuevos artes, oficios o profesiones, sino también, nuevas formas de relacionarse entre quién requiere bienes y servicios y las personas físicas que en algún eslabón de la cadena, los provee o contribuye a su creación, renovación, innovación, producción y distribución.

En New York por ejemplo, hoy es posible ingresar a un establecimiento para adquirir bienes o servicios, y salir de él con lo que hubiésemos requerido, sin ninguna intervención humana del lado de la empresa proveedora.

Esto ocurre en tiendas, supermercados, farmacias, autoservicios, restaurantes y casas de comida, cafeterías, cafetería y comidas rápidas, ventas de productos de cualquier tipo y naturaleza, librerías, y cualquier negocio en contacto con los clientes individuales. La venta por vía de Internet ya representa en muchas actividades más del 60% de la operación.

A través de la información lograda por medio de Analytics y de big data se establecen patrones de comportamiento de la sociedad de consumo, que realiza el análisis predictivo y prescriptivo de realidades y tendencias, para ir enfocando las necesidades y los deseos de los clientes y de los consumidores.

Todos los productos se ofrecen en los medios gráficos y electrónicos por vía de una aplicación de compras o de pago, eliminando en muchos casos intermediarios, y relacionando a menudo al productor del bien o del servicio directamente con el usuario. Este proceso, llamado de uberización de la economía, se extiende a todos las formas de relacionarse posibles, y alcanza  inclusive a servicios personalizados como el transporte de personas o de cargas y de mercaderías.

El Smart Phone se ha convertido en el componente esencial de la vida cotidiana, donde se concertan las operaciones de todo tipo, se registran los pases, las entradas a espectáculos, los comprobantes de compraventa, la cuenta bancaria o de ahorro, el pago de los salarios o de los honorarios, y el débito o la acreditación de todas las operaciones posibles incluyendo servicios públicos, gastos comunes, y débitos automáticos.

El automóvil de transporte personal está en crisis, por el costo que tiene el estacionamiento, por las dificultades que existen en las grandes ciudades para circular, y en general hay un desplazamiento de la población en general hacia el transporte público, pasando por una serie muy ingeniosa de alternativas, como es el caso de la experiencia UBER, y el transporte con tarjeta de automóviles ofrecidos en ciertas locaciones cuyo costo se paga solo mientras se emplea el servicio a través de una tarjeta inteligente, y se deja estacionado en luna serie de localizaciones habilitadas una vez que no se requiere más el servicio.

Sin dudas, en un mercado interno como el de los Estados Unidos se generan las condiciones para poder desarrollar exponencialmente nuevas formas de productos, servicios y complementos, que dinamizan de tal manera la economía, al punto de que lo importante es la creación de nuevas experiencias preferentemente digitalizadas.

La política parece que en muchos aspectos no está reñida con una política económica exitosa, y las nuevas tecnologías avanzan rápidamente sustituyendo viejos puestos, pero creando nuevos caracterizados por la innovación y la creatividad.

Por Julián A. de Diego.
Director del Posgrado en RR. HH. Escuela de Negocios de la U.C.A.

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